Chinos desfigurados también mendigan en Malasia y Singapur

Mendigos chinos con desfiguraciones faciales y corporales arrestados recientemente en Bangkok no trabajaban para un jefe tailandés y anteriormente habían solicitado dinero en Malasia y Singapur, según la Oficina de Inmigración.

El mayor general Panthana Nutchanart, comisionado adjunto, dijo el lunes que algunos de los seis mendigos se conocían. Negaron ser víctimas de tráfico de pandillas y dijeron a la policía que trabajaban por cuenta propia y utilizaban el transporte público mientras estaban en Tailandia.

Dijo que tenían entre 28 y 41 años y podían ganar más de 10.000 baht al día en las zonas muy turísticas de Bangkok. Tenían intérpretes tailandeses, pero no había pruebas de que los tailandeses obtuvieran otros beneficios de sus actividades.

La Oficina de Inmigración se enteró de que algunos de ellos también habían mendigado en Malasia y Singapur.

Fueron detenidos entre el 11 y 20 de noviembre y todos ya habían sido deportados, explicó.

Los seis, cuatro mujeres y dos hombres, dijeron que las cicatrices en sus rostros y cuerpos eran de quemaduras sufridas cuando eran niños en China. Las imágenes de las cámaras de seguridad de inmigración confirmaron que ya estaban desfigurados cuando llegaron al país.

Solían mendigar en las aceras y cerca de los centros comerciales, especialmente en los barrios de Asok, Lumpini y Silom. Cambiaban sus ganancias por yuanes y depositaban el dinero en sus cuentas registradas en China.

Algunos de ellos habían estado mendigando en sus países de origen y decidieron probar suerte en Tailandia después de que sus amigos les dijeran que podían ganar mucho más aquí.

Otros dijeron que habían llegado de visita pero se habían quedado sin dinero. Uno dijo que suplicó mientras esperaba un nuevo pasaporte chino para reemplazar el que, según dijo, había perdido.

El mayor general Panthana dijo que la oficina también arrestó recientemente a siete adultos jordanos y 16 menores en hoteles en Nana Road, luego de quejas de que estaban acosando a los turistas para obtener dinero, acosándolos mientras hacían compras o retiraban dinero de cajeros automáticos.

Todos habían llegado como turistas. Fueron detenidos en espera de ser deportados.