Los impactos del cambio climático, en particular los fenómenos meteorológicos extremos, aumentarán la probabilidad de pérdidas de cosechas en el futuro. Como tal, la necesidad de desarrollar cultivos resilientes al clima, que aumenten la eficiencia agrícola y apoyen el uso sostenible de la tierra, es esencial para la seguridad alimentaria. La agricultura de conservación, incluidas prácticas como la labranza reducida, la cobertura continua y la rotación de cultivos, proporciona una base para salvaguardar los sistemas agrícolas. Para apoyar la adopción generalizada de estas prácticas, será necesario lograr avances tecnológicos a través de avances tecnológicos, automatización, genética avanzada y biotecnología. Aquí revisamos enfoques que integran la biotecnología y nuevas técnicas de mejoramiento para proteger el rendimiento dentro de un marco de conservación destinado a acelerar la intensificación sostenible. Al diseñar cultivos que funcionan en configuraciones de plantación óptimas, sistemas mejorados de rotación de cultivos y una gestión inteligente de los nutrientes del suelo, podemos cultivar aún más con menos.
¿Cómo alimentar a una población mundial que se ha triplicado desde 1940? Impulsada por modificaciones genéticas, la producción agrícola ocupa de 8 a 11 veces menos tierra y mantiene los rendimientos.
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