El Parlamento español debe decidir el jueves sobre el nuevo Gobierno de Sánchez

El Parlamento español debe decidir el jueves sobre el nuevo Gobierno de Sánchez

El conservador Partido Popular (PP) surgió como la fuerza más poderosa en las elecciones parlamentarias de julio. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no logró encontrar suficientes aliados para asegurarse una mayoría en el Parlamento, aunque logró obtener el apoyo del partido de extrema derecha Vox y de un puñado de otros diputados de partidos pequeños. La tarea de formar gobierno recayó entonces en Sánchez, del Partido Socialista.

Para obtener una mayoría de gobierno, Sánchez llegó a un acuerdo con los partidarios de la independencia catalana: a cambio de su apoyo, el partido Junts per Catalunya de Carles Puigdemont recibió el compromiso de aprobar una ley de amnistía. La amnistía pretende beneficiar a los activistas independentistas que fueron perseguidos por el sistema judicial tras el fallido intento de Cataluña de secesionarse de España en 2017.

Existe una resistencia masiva a la amnistía, particularmente desde el campo de derecha en España. Desde hace semanas, decenas de miles de personas salen a las calles contra esta medida. Además del PP, las protestas también las impulsa el partido de extrema derecha Vox. Sólo el domingo 80.000 personas salieron a las calles de Madrid para protestar contra el plan de amnistía.

Los acuerdos financieros entre socialistas y catalanes también están causando sensación en España. Sánchez prometió a los catalanes de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), de cuyo apoyo también depende, que se cancelarían 15.000 millones de euros de la deuda de la región resultante de la crisis financiera de 2008. Aunque los socialistas quieran permitir que todas las regiones cancelen sus deudas, esta promesa provoca cierta inquietud en el país.

La distribución de impuestos y finanzas entre regiones es un tema delicado en España. La rica Cataluña, que tiene alrededor del 16 por ciento de la población de España, representa alrededor del 20 por ciento del producto interno bruto. El hecho de que a los catalanes -a diferencia de los vascos y navarros- no se les permita controlar el 100 por ciento de sus impuestos ha sido una molestia en Barcelona durante años. Pero las regiones más pobres como Andalucía dependen del apoyo de la igualación financiera.

Sánchez habría prometido a los catalanes de Puigdemont “medidas de autonomía financiera” para Cataluña. El partido Junts per Catalunya de Puigdemont ha pedido durante mucho tiempo que se permita a su región recaudar y distribuir el 100 por ciento de los impuestos en el futuro, como el País Vasco. El País Vasco y Navarra recaudan todos los impuestos en su territorio y remiten un determinado porcentaje al gobierno central.

No sólo los conservadores están en contra de la autonomía fiscal de los catalanes, sino también los socialistas de las regiones más pobres del país que temen el dinero de Madrid. Los socialistas de Castilla-La Mancha, por ejemplo, amenazaron incluso con presentar una denuncia.

Actualmente los socialistas están intentando arreglar las cosas. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró que el Partido Socialista nunca había abogado por dejar «el cien por cien de los impuestos» a los catalanes.

AFP