Casi 30 años después de su lanzamiento, la Agencia Espacial Europea (ESA) sigue de cerca el descenso del satélite incontrolado ERS-2 mientras se dirige hacia la atmósfera terrestre.
El satélite, lanzado en 1995, debería romper al comienzo del año escolar, la mayoría de sus fragmentos se quemaron. A pesar de la anticipación que rodea a este evento, el momento y el lugar exactos de la reentrada siguen siendo inciertos debido a la naturaleza impredecible de la actividad solar.
¿Cuándo regresará el satélite a la Tierra?
Según las últimas previsiones publicadas por el ESA Se espera que el lunes el satélite vuelva a entrar en la atmósfera de la Tierra alrededor de las 11:14 a.m. del miércoles. Sin embargo, existe una ventana de incertidumbre hasta 15 horas antes o después de la hora prevista, debido a la variabilidad solar.
En preparación para este evento, la ESA ha estado monitoreando de cerca el ERS-2 y recientemente publicó fotografías que muestran su descenso a la atmósfera. Estas imágenes, capturadas entre el 14 de enero y el 3 de febrero, brindan una descripción visual del viaje del satélite a medida que se acerca a su inevitable reingreso.
¿Qué ha pasado desde el lanzamiento inicial?
Desde su lanzamiento, ERS-2 ha sido un activo vital para la observación de la Tierra, proporcionando datos valiosos sobre diversos aspectos del medio ambiente del planeta.
Con su sofisticada tecnología, el satélite ha contribuido a nuestra comprensión de la química atmosférica, el comportamiento de los océanos y el impacto de la actividad humana en el medio ambiente.
El satélite no representa un riesgo significativo
A medida que ERS-2 se acerca a su descenso final, su altitud ha disminuido significativamente, de más de 300 km a unos 200 km. Actualmente, el satélite cae a más de 10 kilómetros por día y su descenso se acelera rápidamente.
Una vez que alcance una altitud de unos 80 km, el satélite comenzará a fragmentarse y eventualmente a desintegrarse y arder en la atmósfera terrestre.
Aunque algunos fragmentos pueden sobrevivir al proceso de reingreso, la ESA asegura que no se espera que supongan un riesgo significativo, ya que probablemente caerán al océano y no a zonas pobladas.
La ESA ha decidido sacar de órbita al ERS-2 tras 16 años de funcionamiento. Utilizando el combustible restante a bordo, la altitud del satélite se redujo de 785 km a 573 km, reduciendo significativamente el riesgo de colisión con otros objetos en el espacio. Este proceso deliberado de desorbitación redujo el tiempo del satélite en órbita después del final de su misión de más de 100 años a menos de 15 años.
A medida que ERS-2 se acerca a su reingreso planificado a la atmósfera de la Tierra, la ESA continúa monitoreando su descenso y brindando actualizaciones de la situación.
Aunque persisten incertidumbres sobre el momento exacto y la ubicación del reingreso, la agencia asegura al público que los riesgos asociados con los reingresos de satélites son mínimos.